Zorro y yo

Una memoria "extraordinaria" sobre la amistad entre una mujer solitaria y un zorro salvaje.

Cuando Catherine Raven terminó su doctorado en biología, se construyó una pequeña cabaña en un terreno aislado en Montana. Estaba tan aislada emocionalmente como físicamente, pero veía la casa como una estación de paso, un lugar de descanso temporal donde podía recuperar la calma y llenar solicitudes para lo que esperaba que fuera un trabajo real que la ayudara a encajar en la sociedad. Mientras tanto, enseñaba a distancia y dirigía clases de campo en el cercano Parque Nacional de Yellowstone. Entonces un día se dio cuenta de que un zorro de aspecto sarnoso aparecía en su propiedad todas las tardes a las 4:15 p. m. Nunca antes había tenido una visita regular. ¿Cómo se le habla a un zorro? Sacó su silla de camping, se sentó lo más cerca que se atrevió a él y comenzó a leerle El Principito. Su formación científica le había enseñado a no antropomorfizar a los animales, pero a medida que lo conocía, su personalidad se reveló y se hicieron amigos.

Del zorro, Catherine aprendió lo más importante sobre la soledad: nunca estamos solos cuando estamos conectados con el mundo natural. Sin embargo, los amigos no pueden salvarse mutuamente de las fuerzas incontrolables de la naturaleza. El zorro y yo es una historia conmovedora y notable de amistad, crecimiento y cómo afrontar la pérdida inevitable, y de cómo esa pérdida puede transformarse en significado. Es a la vez un relato oportuno de soledad y pertenencia, así como una historia atemporal de una mujer cuya inmersión en el mundo natural cambiará la forma en que vemos nuestro entorno: cada árbol, cada maleza, cada flor, cada piedra o cada zorro.